Martes, jueves y sábado a las siete de la mañana escucho el camión de la basura pasar. Entre el piloto, copiloto, y los que cargan y vacían los botes, son seis o siete personas recogiendo la basura. No puedo evitarlo. El recuerdo regresa… Eran las once de la noche en Lérida, España. Llegó un camión. Se bajó el conductor, movió unas palancas del costado del vehículo para tomar el contenedor de basura al lado del cual se había detenido y vació su contenido dentro del camión. En cuestión de segundos había desaparecido rumbo al siguiente contenedor.
Esta imagen de un hombre haciendo el trabajo que en México hacen cinco o seis personas quedó impresa en mi mente. ¿Por qué necesitamos tanta gente para hacer algo que puede ser hecho por una sola persona? ¿Qué pasaría si en México a cada trabajador le diéramos las herramientas para que él sólo hiciera el trabajo que hacen cinco personas?
Hace tiempo Javier me contó cómo un cliente de su misma ciudad dejó de comprarle las piezas que le fabricaba porque encontró un proveedor más barato a setecientos kilómetros de distancia. El precio era tan bajo que él no podía competir. ¿Por qué? Por que el tiempo para fabricar cada pieza era tal que hubiera tenido que vender por debajo de su costo para poder ofrecer el mismo precio que la competencia.
Es posible que hayas escuchado o vivido historias similares. La competencia ya no solo proviene del taller de un lado; puede provenir de otra ciudad o del otro lado del mundo. Y tenemos que enfrentarla siendo más competitivos. ¿Pero cómo?
En tu empresa seguramente tienes un empleado que sobresale de los demás por responsable, trabajador y bien hecho. Te gustaría tener tres o más como él. Pero buenos trabajadores no los encuentras debajo de cualquier piedra. Aún no se ha logrado la clonación con seres humanos, así que queda descartada.
¿Y si le permitieras trabajar con una máquina CNC?
CNC significa “control numérico computarizado”. Comparada con una máquina convencional, una fresadora o un torno CNC pueden producir 10 veces más rápido. Esto quiere decir que el trabajo que antes se hacía en dos semanas se puede hacer ¡en uno o dos días! y el trabajo de dos días se puede hacer ¡en un par de horas! Algunas personas me comentan que ellos no fabrican lotes grandes de piezas. ¡Con más razón requieren una CNC! La programación de los modernos controles CNC que VIWA ofrece es tan sencilla que desde la primera pieza se ahorra tiempo. Si son dos o más piezas iguales o la pieza es compleja el ahorro de tiempo es aún mucho mayor.
¿Y qué paso con Javier? Nos compró una máquina CNC VIWA. El costo de su mano de obra bajó de $300 a $30 y le dejó libres sus otras máquinas y operadores para seguir haciendo más trabajos.
Recuperó a su antiguo cliente mejorándole el precio, el tiempo de entrega y aún así obteniendo mayor utilidad. Cuando le pregunté si estaba satisfecho de haber entrado al mundo del CNC, resumió su experiencia así: “es que… o te metes… ¡o te sacan!”